No sabía que hacer con unas piezas ya cocidas. O no me gustaba como habían quedado, o estaban previstas para pendientes y una de ellas se había chafado. Por lo que fuera, estaban relegadas en una caja plástica sin mucho futuro. Pero ¿cómo iba a ser eso? ¿desperdiciarlas? Jamás.
Tenía que buscarles una segunda vida, así que me dispuse a inventar.
Con un cutter hice un picadillo con algunas de ellas que combinaban, en la misma tonalidad y con arcilla blanca cruda formé unas bolas. Me puse en la palma de la mano el picadillo y la bola de arcilla y fuí envolviéndolas, haciendo presión para que se incrustaran en la bola blanca. Hice la perforación para ensartarlas en un bastón o en hilo de acero. Luego, se fueron al horno y éste es el resultado.
No se puede lijar, que es lo que más lata me da a mí, porque si lo haces, arrastras las piezas de color. Puedes darle un acabado con barniz, pero a mí me gustan así, con la textura natural de la arcilla.
Besitos Dulces.
4 comentarios:
Pues resulta que de una cosa que no te gustaba has sacado una preciosidad, me encanta el resultado. Besos
Pues te ha quedado bien mono!!
A mi también me gusta así con esa textura
Un abrazo
Super bonita la combinación en rosa y blanco!! Nos gusta mucho!!
Besos
Alicia & Sofía
http://asstyleanddesign.blogspot.com
Hola guapi!!
Tienes un doble premio en mi blog!
Pásate a recogerlo cuándo puedas!
Besis
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