Después de trabajar, mucho, muchísimo en las pasadas fiestas, debía tomarme un descanso.
Ya, repuesta del agotamiento, he decidido reorganizar la habitación que dedico a ordenador-taller, y ya estamos acabando con ello.
Debía hacer inventario y todo eso, para poder ponerme al día, y así saber realmente qué es lo que más gusta a la gente, para poder ofrecerlo.
Hasta ahora, todo ha sido un poco por intuición, y a veces, lo que a mí me gusta, no a todo el mundo le parece lo más bonito.
Así que, después de hacer recuento de lo que me queda, he observado que a mucha gente, vinculada o no con el reciclaje, les ha sorprendido mucho este tipo de broches.
Les muestro dos de ellos, uno realizado con latas de 7-Up y el otro con latas de un refresco que desconocía, pero me gustó mucho el envase y lo compré, pero realmente está..., bueno, a mí no me gustó, y a ninguno de mi familia, que a duras penas nos lo bebimos.Pero el resultado es realmente bonito.
Besitos Dulces.
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