Después de pensarlo mucho y de darle muchas vueltas, he llegado a la conclusión de que la física dice ciertamente, que en un espacio determinado cabe un número contado de cosas, y que las paredes no son de chicle.
No me caben los "trastos" donde los quiero poner, de una manera cómoda.
Por eso, he desarmado librerías y las he vuelto a armar, colocándolas de mil maneras, para ver si puedo trabajar en el mismo sitio todas mis aficiones. Así he estado esta última semana.
Y rebuscando y cambiando las cosas de lugar, he encontrado muchas de las labores que había olvidado, dejado sin terminar, para otro momento, etc.
Así que he decidido acabar con ellas, es decir, terminarlas.
Estas son unas bolsas para el calzado.
Las aplicaciones están hechas con diente de perro, cuidadosamente, ya que el interior de la bolsa es de plástico para que no se ensucie.
También acabé un encargo para una amiga y su hija, que querían camisetas con Matrioskas, las dos iguales.
Esto es lo que me ha cundido la reubicación de esta pasada semana, en cuanto al patchwork.
Gracias por continuar leyéndome, aunque en la mayoría de las ocasiones, soy una osada y sólo digo naderías.
2 comentarios:
Hola guapa acabo de conocerte atraida por el nombre de tu blog :D que chulas las bolsas para el calzado!! y los monederitos me gustan mucho
Te invito a hacerme una visita para q conozcas mis creaciones y a participar en mi sorteo si te apetece!! yo me quedo dando otra vueltita por tus cositas
Besitos
Hola cielo,
Pues tu reciclaje me encanta. Las camisetas estan estupendas y lo de las bolsas para los zapatos me parecen muy prácticas y útiles.
Gracias por tus comentarios en mi blog, me dan muchisimo ánimo.
Besicos
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