Como era de esperar, fueron pocos los días libres que tuve esta Semana Santa. Pero, a falta de pan, buenas son tortas, que se suele decir.
Llevé labor para hacer (bueno, más bien para pasearla, porque poco pude hacer). Pero también era mi intención llevar las colchas acabadas de la litera del cuarto del niño, que las había terminado el mes pasado. Tienen mucho colorido, son muy fáciles de hacer, y no van acolchadas, sino sujetas con botones. Yo le añadí unos yo-yos bajo los botones para darle otro toque.
Pero cual fue mi sorpresa, que después de dos meses sin pasar por allí, el papayero tenía muchas papayas (verdes aún), y la parra está empezando a dar por primera vez desde que la plantamos, hace ya tres años, sus primeros racimos de uvas.
Esta es mi mayor alegría, porque para eso quise tener un huerto. Para ver como nacen fresas, tomates, papayas, uvas, etc...Y poder enseñar a mis hijos (que por ahora no han mostrado mucho interés, pero todo se andará) el milagro de la naturaleza.
Mi marido ha puesto el grito en el cielo cuando le he dicho que tenemos que poner un parral, porque es probable que el entramado que tiene no sea suficiente para el peso de las uvas, y además debemos protegerlas de pájaros y lagartos, cubriéndolas. "Todo eso es más gasto ¿Verdad?"
Sea como sea, ya veremos como hacer para que no suponga mucho más de lo que nos podemos permitir.
Y además pude acabar algunas de mis camisetas con aplicaciones de "Kokeshi", la muñequita japonesa.
Esto es todo por el momento, pero amenazo con regresar esta misma semana con mas cosas de Patchwork (Ya he terminado mi bolso con la tapa de Log Cabin que les mostré anteriormente), de Fimo y de Abalorios, porque he hecho algunas cositas más.
Besitos a todos, y espero que hayais pasado una Feliz Semana Santa.
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